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viernes, 1 de abril de 2011

Coevolución hormigas-plantas

La mayoría de las plantas "aparentes" que conocemos pertenecen al grupo de las Angiospermas y se caracterizan por poseer vasos conductores, semilla y fruto. Se desarrollaron hace unos 100 millones de años, en el Cretácico Medio, a partir de plantas que requerían medios muy húmedos y más bien próximos al agua. Los últimos estudios moleculares, publicados en Science, concluyen que surgieron hace entre 140 y 168 millones de años, pero hace unos 100 millones de años se produjo la gran diversificación. Poco a poco, estas plantas fueron colonizando medios terrestres a partir de una serie de modificaciones y sucesos concatenados, algunos de las cuales son:


Cambios ambientales.


Aparición de mecanismos para la propagación del gameto masculino y del fruto.

Aparición de mecanismos de defensa por parte de las plantas "en respuesta" a los herbívoros.

Capacidad de las plantas de producir una cantidad ingente de metabolitos secundarios, algunos de los cuales serían útiles para los dispersadores.

… aparición de un grupo de animales, las hormigas, con una relación casi imprescindible con ellas.

Aunque parece ser que la diversificación de las Formicidae (Cretácico inferior) es anterior a la de las Angiospermas. Es curioso, por ejemplo, el hecho de que existen muchas especies de hormigas asociadas a helechos, de modo que la coevolución ya empezó con las Pteridófitas, lo que explicaría por qué, en realidad, las hormigas no poseen especiales adaptaciones a las flores, pero sí a otras partes de la planta, como hojas, tallo y raíces. Otro dato importante es que la coevolución tuvo lugar de modo independiente y con varias soluciones diferentes.



Si bien hay consenso en que plantas y hormigas sufrieron un proceso de coevolución por selección natural, no es menos cierto que existen otras especies más bien oportunistas. Estas relaciones incluyen simbiosis y mutualismos, relaciones de hormigas con Homópteros, parasitismo, depredación de hormigas a homópteros, depredación hacia las hormigas, plantas epífitas y animales que se alimentan de plantas. Vamos, de todo.



Para terminar, enumeraré las ventajas que ofrece el mutualismo entre plantas y hormigas.



La planta evita que su semilla sea "depredada" mientras las hormigas las retengan bajo tierra.

Evitar la competencia con otras plantas debido al control de las hormigas sobre estas últimas.

Solucionar el problema del "fuego": tras incendios espontáneos, muy frecuentes en ciertas zonas del mundo, las semillas que se encuentran retenidas en hormigueros son excelentes para recuperar el ecosistema.

Dispersión y propagación de la semilla.

Condiciones para una buena nutrición se dan en lugares en los que las hormigas acumulan desechos que resultan ser excelentes abonos para ciertas plantas.

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